Buenos Aires, 5 de junio de 2023.- El cambio climático, el mayor desafío de la humanidad en este siglo hasta el momento -ahora empatado tal vez por el desarrollo inusitado de la inteligencia artificial- continúa amenazando el equilibrio del planeta, y las medidas que pueden detener sus impactos, se demoran.
Ante una nueva conmemoración del día del ambiente Greenpeace insta a enfrentar la actual crisis climática y de biodiversidad con medidas firmes y contundentes. El consenso de la comunidad científica establece que para llegar al objetivo de mantener el aumento de temperatura por debajo del umbral de 1.5° C, es imperativo reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y llegar a cero para 2050. Sólo mediante la implementación de políticas dirigidas a frenar la destrucción de bosques, proteger los océanos y abandonar la quema de combustibles fósiles, será posible alcanzar la meta. Por otra parte, este año la ONU eligió hacer en esta fecha un llamado a combatir la contaminación por plásticos.
En nuestro país, las medidas iniciales para avanzar pueden agruparse en los siguientes ejes:
* Detener el avance de las industrias extractivas en el mar, dada la importancia de los océanos en la regulación del clima, como fuente de oxígeno, de minerales y proteínas y hábitat de miles de especies.
En la actualidad, sólo el 1 % de los océanos están protegidos. Si bien se logró en marzo pasado un importante avance en la firma de un compromiso global para su preservación, está pendiente de implementación y las aguas se ven amenazadas por la contaminación, el petróleo y la pesca ilegal.
A contramano de la crisis ambiental, en el Mar Argentino se habilitando la exploración sísmica (bombardeos acústicos de intensidad inédita) en búsqueda de petróleo, en zonas de alimentación y cría de cientos de especies, algunas de ellas incónicas como la ballena franca actual.
* Freno a la deforestación, que en Argentina alcanzó el triste número de 8 millones de hectáreas en sólo tres décadas, y a los incendios forestales, para proteger el otro gran regulador del clima planetario, los bosques nativos.
De ellos obtenemos bienes y servicios indispensables para nuestra supervivencia, como alimentos, maderas y medicinas. Además, son el hogar y sustento de miles de comunidades indígenas y campesinas.
Estos ecosistemas tienen un rol fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. De continuar los desmontes sólo aumentarán las inundaciones, la desertificación y el cambio climático. Alrededor del 12% de los gases de efecto invernadero provienen de la deforestación y otros cambios de uso del suelo.
* El reemplazo de fuentes de energía sucias (petróleo, gas y carbón) por energías renovables, como eje imprescindible y la promoción de medidas de movilidad sustentable, como mejoras del transporte público y ciclovías, así como el abandono de falsas soluciones como la energía nuclear para producir electricidad.
Por último, en línea con el tema que este año prioriza en el día del ambiente la Organización de las Naciones Unidas, Greenpeace se une al llamado sobre la importancia de detener una producción desmedida e impulsar el Tratado Global de Plásticos.
La contaminación plástica y la crisis climática son dos caras de la misma moneda, ya que casi la totalidad de los plásticos se fabrican a partir de combustibles fósiles. Se estima que para el 2030 el 20% de la producción total mundial de petróleo será utilizada para la fabricación de plástico. El abandono de los plásticos de un sólo uso es el primer paso imprescindible para disminuir la contaminación que afecta a la inmensa mayoría de las especies y reducir las emisiones.
Mar del Plata, 3 de mayo de 2023.- La organización ambientalista Greenpeace recibió a su barco Witness, el más nuevo y ecológico de su flota, en la ciudad de Mar del Plata para comenzar un nuevo recorrido a lo largo del Mar Argentino. Visitará las zonas donde la industria petrolera pretende expandirse, que coinciden con áreas de alimentación y tránsito de especies como la ballena franca austral.
El Witness, que comenzó a operar bajo los colores de Greenpeace en 2021, es un velero que cuenta con 22,5 metros de largo. Fue construido en 2003 en Sudáfrica y fue diseñado para realizar expediciones polares. Previo a su llegada a la Argentina, estuvo en el país vecino, Chile.
“El Witness está diseñado para ser parte de un extenso y comprometido trabajo con las comunidades y ser testigo de lo que ocurre con los crímenes ambientales, como su nombre indica. Por eso, llegó al país para acompañar el trabajo que la organización viene realizando activamente junto a comunidades locales y organizaciones para frenar el avance de la industria petrolera sobre el Mar Argentino, lo cual podría generar impactos serios e irreversibles en el ecosistema y su biodiversidad”, sostuvo Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace, a bordo del Witness.
El velero cuenta con paneles solares, turbinas eólicas y un sistema optimizado de administración de energía. La forma principal de propulsión son las velas, y es un velero de buen rendimiento. Cuenta con una quilla y timón que se elevan, por lo que puede navegar en aguas poco profundas, inaccesibles para barcos más grandes.
Seis datos sobre el felino más grande de América y los motivos por los cuales se extingue en Argentina
29 de noviembre de 2022.- Se estima que quedan sólo 20 en la región del Gran Chaco y menos de 250 en todo el país; el felino más grande de nuestro continente se encuentra en “peligro crítico” según organismos oficiales y son muchos los motivos para destacar su importancia y revertir esta situación.
1- Es una especie “indicadora” de la salud del ambiente. Al estar en la cima de la cadena alimenticia y depender de presas más pequeñas para su subsistencia, su presencia garantiza un ecosistema sano.
2- La magnitud de su territorio: Cada yaguareté requiere para sobrevivir un mínimo de 40.000 hectáreas en la región chaqueña (dos veces el tamaño de la ciudad de Buenos Aires), de bosques continuos y en muy buen estado de conservación.
3- Su tamaño imponente: El yaguareté es el felino más grande de América, y el tercero del mundo, luego del tigre asiático y del león. Mide entre 150 y 180 cm de largo, a lo que hay que agregarle los 70 a 90 cm que mide su cola. Alcanza una altura de entre 65 a 80 cm y su peso habitualmente ronda los 70 a 90 kg, llegando en ocasiones hasta los 135 kg.
4- Su territorio se va contrayendo: ahora viven solo en un 5% de la superficie respecto del lugar que ocupaban originalmente en Argentina. Hasta principios del siglo XX tenía una distribución muy amplia en el continente americano. Habitaba desde el sur de Estados Unidos hasta la Patagonia argentina. Los científicos estiman que los jaguares ocupan menos del 50% de su distribución original, En nuestro país el proceso de retracción fue el más extremo.
5- La importancia para los pueblos originarios. Su imponente figura, su fuerza y su temple lo han convertido en una especie de gran valor cultural y espiritual para los pueblos originarios que habitaron y habitan el continente americano. “Verdadera fiera” en Guaraní, el yaguareté es considerado un animal sagrado.
6- Es una de las pocas especies de la fauna argentina que ha sido declarada como Monumento Natural Nacional por la Ley Nº 25.463, del año 2001. Esta norma establece que la Administración de Parques Nacionales y la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación deben implementar un plan de manejo que asegure su supervivencia. Además es Monumento Natural Provincial en las provincias de Chaco, Salta y Misiones.
A pesar de esto, su territorio no está protegido. El amparo presentado por Greenpeace ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene como objetivo proteger su hábitat y así salvar a la especie.
Las amenazas :
La fragmentación y disminución de su hábitat natural, debido al avance de los desmontes, y la caza furtiva, son las principales amenazas. Los yaguaretés del Gran Chaco Americano dependen de territorios muy grandes (400 a 2.900 km2), para su supervivencia, y el deterioro de los bosques los puso al borde de la extinción en la región. Más del 20% de los bosques del Gran Chaco fueron convertidos en pastizales y tierras de cultivo. Su biodiversidad se fue reduciendo, y esto afectó particularmente a los mamíferos más grandes.
La principal causa es el avance de la frontera agropecuaria (ganadería y soja transgénica que en gran medida se exportan a China y Europa).
A su vez, los grandes depredadores del Gran Chaco, especialmente el jaguar y el puma, son a menudo cazados, principalmente por ganaderos, debido al riesgo que representan, o se cree que representan, para el ganado.
En Argentina la especie se encuentra en Peligro Crítico (CR) en la Categorización 2019 de los mamíferos de Argentina según su riesgo de extinción, según la lista elaborada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos.
¿Hay esperanza? A pesar de su estado crítico, los especialistas estiman que aproximadamente 81.000 km2 de la región chaqueña semiárida de Argentina aún tendría potencial para albergar al yaguareté. Detener los desmontes es la llave para comenzar a revertir la situación alarmante de la especie tan valiosa en nuestro país.
Salta, 31 de mayo de 2022.- Greenpeace advirtió que la Sociedad Rural Salteña está presionando al gobierno provincial para que permita que los productores puedan desmontar el 50 por ciento de la superficie de sus fincas. El pedido de los ruralistas se da en medio del proceso de actualización del Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Salta y de la inminente audiencia pública convocada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación por un amparo presentado por la organización ecologista en defensa del yaguareté, que incluye el pedido de Deforestación Cero en su territorio.
“Salta es una de las provincias con más deforestación de las últimas tres décadas; y las topadoras no se detuvieron a pesar de la Ley de Bosques. Los terratenientes desmontaron incluso donde estaba prohibido con la complicidad del gobierno, y ahora reclaman aún más impunidad para arrasar la mitad de sus fincas. Sería un verdadero ecocidio que provocaría más crisis climática, más inundaciones, más desalojos de campesinos e indígenas, más pérdida de maderas, medicinas y alimentos, y más desaparición de especies en peligro de extinción, como el yaguareté. No podemos perder ni una hectárea más”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace. (1)
Según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y del monitoreo satelital de Greenpeace, desde la aprobación la Ley de Bosques (fines de 2007) hasta diciembre del año 2021, en la provincia de Salta se deforestaron 694.834 hectáreas, una superficie equivalente a 35 veces la Ciudad de Buenos Aires.
Uno de los casos más graves fue el desmonte de 11.084 hectáreas que se realizó en la finca San Francisco, cerca del límite con Bolivia, en un área protegida por la Ley de Bosques y en muy buen estado de conservación. Su dueño es Ignacio García del Río, integrante del directorio de la Sociedad Rural Salteña, quien obtuvo un permiso irregular del anterior gobierno provincial para cambiar la zonificación y deforestar. La estancia se terminó de desmontar en 2020, mientras estaban vigentes las restricciones por la pandemia de Covid-19.
"El gigantesco desmonte en la finca San Francisco es un ejemplo clarísimo de la violación de la Ley de Bosques y la complicidad de los distintos gobiernos de Salta con los grandes productores agropecuarios. Afectó seriamente el territorio del yaguareté", señaló Giardini.
En el marco del amparo judicial en representación de los menos de 20 yaguaretés que sobreviven en el Gran Chaco Argentino, la organización ecologista fue convocada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación para participar de una audiencia pública, a realizarse las próximas semanas. (2)
Greenpeace solicita se garantice “Deforestación Cero” en los territorios del yaguareté y se implemente un efectivo Plan de Manejo de la especie, como lo dispone la Ley Nacional Nº 25.463 que lo declara Monumento Natural Nacional. A su vez, la organización ecologista presentó una medida cautelar reclamando la suspensión de los desmontes en las cuatro provincias demandadas: Salta, Formosa, Chaco, y Santiago del Estero.
“Los científicos estiman que en Argentina el territorio del yaguareté quedó recluido en los últimos dos siglos a tan solo un 5% de la superficie original. La deforestación y la fragmentación de su hábitat ponen en serio peligro a la especie. Al violar la Ley de Bosques, los gobiernos provinciales son responsables de su inminente extinción en el Gran Chaco Argentino”, afirmó Giardini.
Argentina es el país de Sudamérica en el que quedan menos yaguaretés, cerca de 250 individuos; pero en la región del Gran Chaco se ha producido una importante disminución en la última década y hoy se estima que hay menos de 20. Para poder sobrevivir cada animal necesita un mínimo de 40 mil hectáreas de bosque continuo y en buen estado de conservación. (3)
La organización ambientalista Greenpeace documentó un transbordo en altamar. Sus activistas, desde el agua y con el mensaje "Protegé el Mar Argentino", expusieron las prácticas que realizan estos pesqueros.
La operación, por la cual un barco pesquero descarga su captura a un buque frigorífico que luego se encarga de transportar a puerto, fue detectada por activistas de la organización, que están a bordo del barco Arctic Sunrise. Ocurrió en una zona del Agujero Azul, fuera de la zona económica exclusiva argentina aunque sí sobre la plataforma extendida de jurisdicción nacional. Esta actividad se estaba realizando a 400 km al sudeste de la Península Valdés.
De acuerdo a la plataforma Global Fishing Watch, entre el 19 de diciembre de 2021 y el 19 de marzo de este año, han existido 258 encuentros entre buques que pueden corresponder a transbordos en altamar en el Agujero Azul. Los transbordos habilitan el blanqueo de capturas provenientes de pesca ilegal, no regulada o no declarada.
Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace declaró: “Los transbordos en altamar permiten que las flotas operen fuera de la vista de las autoridades, lo que facilita que oculten capturas ilegales y estén más tiempo sin regresar a puerto. Eso aumenta significativamente las operaciones de pesca y la probabilidad de abusos de los derechos humanos".
La pesca intensiva, la afectación constante del fondo marino y su diversidad, la facilitación de prácticas comerciales cuestionables por la falta de regulaciones eficientes en altamar y la falta de trazabilidad en la cadena de custodia de las capturas realizadas son algunos de los puntos críticos que se destacan.
“Por todos estos motivos, el Agujero Azul es un foco mundial de lo que llamamos pesca ilegal, no declarada y no regulada, una de las principales amenazas que hoy acechan a los océanos. Este año, tenemos la oportunidad de lograr un Tratado Global de los Océanos. Este acuerdo es crucial, ya que nuestra vida en el planeta depende de océanos sanos. De esta manera, se gestionarán herramientas para crear santuarios marinos más allá de la jurisdicción de los países ribereños. No lograrlo, sería un fracaso”, agregó Vueso.
El barco Arctic Sunrise se encuentra desde hace varias semanas realizando un trabajo de investigación y monitoreo de sobrepesca en el Agujero Azul, como parte de su campaña para la protección del Mar Argentino.
Más información:
El barco de bandera panameña que estaba recibiendo la carga del pesquero de arrastre, pertenece a las empresas de la familia Laskaridis que poseen o controlan la mayor flota mundial de buques frigoríficos dedicados al transbordo en altamar. Fue construido en 1997, su capacidad de carga de pescado congelado aproximada es de 10.000 toneladas y se informa que su calado actual es de 5,7 metros. Su largo total (LOA) es de 143 metros y su ancho es de 22 metros.
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